viernes, 18 de septiembre de 2009

Contradicciones

Siempre me es difícil ponerle precio a mi trabajo. Con lo cual también se me hace difícil decidir a qué público apuntar. Obviamente uno siempre quisiera poder trabajar de lo que a uno le gusta y hacerse rico. Y además me imagino que en cualquier profesión a uno le gusta trabajar con la mejor materia prima posible. Un vendedor de autos preferirá vender Mercedes Benz antes que Fiat... tenés un producto que genera más placer me parece, te da más status, etc. Pero a la vez... precisa una inversión mucho mayor y dejás de vender el auto como producto que ayuda a la gente a transportarse o herramienta de trabajo y empezás a vender el auto como una muestra de status más que nada. Quizá hayan algunos que realmente lo disfruten, pero no sé si la mayoría.
Con la comida pasa lo mismo... vendo algo al precio que se merece? con una ganancia que es suficiente? o lo vendo al precio que lo venden los demás que me da una ganancia extraordinaria (fuera de lo ordinario)? Y si lo vendo muy barato, van a pensar que es malo? y cuando quieran hacer una buena comida le van a ir a comprar al que les vende caro? Hago un producto que sea simple? o uno ultra complicado? Le vendo a la masa o a un grupo selecto?.
Esta semana viví los dos extremos. Por un lado me tocó hacerle la comida a 3 referentes máximos de la oligarquía y el neoliberalismo iberoamericano. Y por otro lado, hice un menú relativamente accesible en un restaurant, y me llamaron para dar clases a un grupo de laburo que quieren tener un rato de distensión. Una comida híper elaborada y de lujo, y las otras dos situaciones tratando de usar elementos más baratos, para poder maximizar lo más posible la calidad de la comida.
La verdad... que cada vez estoy más convencido de la segunda opción. Siempre voy a tratar de hacer el negocio, claro, pero me parece mucho mejor laburar en esos ambientes, donde para empezar, la gente es mucho más cercana a lo que soy yo, y tienen una onda similar, pero además me parece que hay una posibilidad mucho más grande de agradar, de sorprender, "mirá lo que t pude dar por un precio por el cual no te sentiste estafado".

No hay comentarios: